Bolivia tiene 509 bienes culturales y naturales reconocidos como patrimonio

Desde el más reciente como el zapateo serranense (Villa Serrano) hasta los más complejos, como el Titicaca o las áreas protegidas, el país tiene una diversidad de bienes materiales e inmateriales que ha definido proteger y conservar.

La información sobre esta riqueza patrimonial es sistematizada dentro de un proyecto de investigación liderado por la arquitecta y docente universitaria Zazanda Salcedo, presidenta de ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Históricos) Bolivia y miembro del Instituto de Investigación y Postgrado de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UMSA.

La base de datos fue construida a partir de la revisión de las declaratorias de patrimonio protegido en el país, expresadas en leyes, decretos supremos y un decreto presidencial desde 1906 hasta mayo de 2017.

Cultural y natural

“En 1906 aparece la ley que indica que Tiwanacu y algunas islas de lago Titicaca son propiedad de la nación. Todavía no existe la declaratoria de patrimonio nacional, ésa figura surge legalmente en 1927, pero es un precedente. O sea Tiwanacu no tiene otro reconocimiento que de propiedad de la nación pero entendemos que es un reconocimiento como patrimonio por el texto de la norma”, dice Salcedo.

Las más recientes son de mayo de 2017 que contemplan como patrimonio al zapateo serranense y al ritual del jallupacha en seis naciones originarias de Oruro.

El trabajo se realiza sobre la base de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de 1972. Por tanto se incluyen las declaratorias de las áreas protegidas en sus diferentes categorías, como las reservas, las áreas naturales de manejo integrado, parques nacionales, entre otros.

Sin duda el rasgo sobresaliente es que las declaratorias coinciden con los aniversarios cívicos de los departamentos o localidades. En este punto La Paz tiene la mayor cantidad de declaratorias, 19 de un total de 327, considerando que cada declaratoria puede incluir a uno o más bienes. En 1967, por ejemplo, el Decreto 8171 declara patrimonio a un conjunto de iglesias en La Paz, Oruro y Potosí, de las que se desconoce el actual manejo para su conservación.

Monitoreo

Una segunda parte de la sistematización verificará si esas declaratorias cuentan con un respaldo técnico que determine los procedimientos, responsabilidades estatales y gestiones para proteger y/o conservar ese patrimonio. Por ahora el dato es que el 82 % de las 327 declaratorias expone un quehacer para proteger, conservar o mantener el bien patrimonial.

“Hay información como la gaceta o el SICOES, desde donde se puede acceder a ver municipio donde hay patrimonio, cuánto han invertido directa o indirectamente, el arreglo de la plaza es ya una restauración, en el caso de un municipio declarado patrimonio cuando”, dice la investigadora.

Salcedo planea que la sistematización permita además definir líneas de investigación para formular intervenciones junto a otras miradas disciplinarias. En ese propósito están el Observatorio del Patrimonio Cultural y Arqueológico y el Observatorio Universitario de Patrimonio Cultural y Natural de la Facultad de Arquitectura, ambos de la UMSA.

La presidenta de ICOMOS Bolivia, Zazanda Salcedo, organizó junto a su par de ICOMOS Perú la mesa Patrimonio compartido: acciones de gestión para su conservación en la región Latinoamericana, del más reciente Congreso de la Asociación de Estudios Bolivianos reunida en Sucre en julio pasado. PIEB