Agosto Mágico en La Paz: Ofrendas a la Pachamama

El Mercado de las Brujas, ubicado en el barrio de El Rosario en La Paz, Bolivia, es un lugar emblemático que atrae a miles de visitantes, especialmente durante el mes de agosto, cuando se celebra el mes de la Pachamama o Madre Tierra.

Este mercado, que se extiende por las calles Linares, Jiménez, Santa Cruz e Illampu, es conocido por la venta de productos tradicionales y esotéricos, como hierbas medicinales, amuletos, inciensos y remedios caseros. Uno de los artículos más distintivos son los "sullus", fetos de llamas utilizados en rituales andinos como ofrendas a la Pachamama.

Además de la venta de productos, el mercado es un centro de sanación y espiritualidad, donde las curanderas y 'yatiris' ofrecen sus servicios para curar enfermedades y aliviar problemas sentimentales mediante conocimientos ancestrales. Los visitantes también disfrutan de los murales que decoran las calles y los paraguas de colores que cuelgan sobre las vías, siendo estos un atractivo popular para tomar fotografías.

El origen del nombre "Mercado de las Brujas" proviene de los turistas extranjeros que, al desconocer las prácticas locales, comenzaron a referirse al lugar de esta manera. Margarita Acho, una de las vendedoras más conocidas del mercado, explica que el nombre se ha mantenido y es reconocido internacionalmente. Margarita es parte de la cuarta generación de su familia en trabajar en el mercado, continuando la tradición de sus ancestros en la venta de hierbas curativas.

En 2019, el Mercado de las Brujas fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de La Paz por el Concejo Municipal, en reconocimiento a su valor histórico, cultural y social, especialmente por su papel en la preservación de conocimientos ancestrales.

Durante agosto, el mercado cobra aún más vida debido a la tradición de rendir homenaje a la Pachamama. Según la creencia, en este mes la Madre Tierra "abre la boca" para recibir las ofrendas, las cuales son preparadas por las chifleras y consisten en "mesas" con dulces, hierbas, lanas, hojas de coca y sullus, que son bendecidas y quemadas en agradecimiento.