Información
ingredientes
preparación
Colocar la miel, el azúcar y la mantequilla en una sartén pequeña y calentar hasta que el azúcar se disuelva.
Mezclar la harina, la sal, el cacao en polvo, las pan de jengibre triturado y el polvo para hornear en un recipiente hondo grande.
Agregar la mezcla de harina y miel revolviendo todo con una batidora con gancho para amasar hasta conseguir una pasta suave.
Envolver la pasta en plástico autoadherible y dejarla reposar en el refrigerador por lo menos dos horas, aunque queda mejor si la dejas reposar toda la noche.
Precalentar el horno a 180 °C y recubrir dos bandejas para hornear con papel encerado.
Sacar la pasta del refrigerador y estirarla en una superficie espolvoreada con harina hasta que quede de más o menos 1 cm y medio de ancho.
Cortar la pasta en quince rectángulos del mismo tamaño y colocarlos en las bandejas para hornear.
Barnizar los rectángulos con leche y hornearlos por 15 minutos. Sacarlos y dejarlos enfriar.
Batir a punto de turrón las claras de huevo con el azúcar glas y el jugo de limón.
Barnizar las galletas con el glaseado, pero dejar un margen de medio centímetro sin barnizar. Guardar el glaseado que quede en un recipiente hermético.
Pintar con un pincel delgado el patrón de la baraja con el colorante comestible en los márgenes de las galletas y dejarlas secar.
Revolver bien el glaseado, si está muy seco agregarle un poco de jugo de limón.
Armar una casa con estas galletas, para el primer piso usar seis unidades y con el glaseado como pegamento en la parte superior de cada una, unirlas para formar un triángulo. De ese modo arma tres triángulos.
Alinear los triángulos y colocar dos galletas más de forma horizontal en la parte superior de cada uno.
Para hacer el segundo piso, usar cuatro cartas de galleta, agregar un poco de glaseado en la parte superior y armar dos triángulos. Colocarlos con cuidado arriba del primer piso.
Agregar otra carta horizontal en la parte superior de estas galletas y luego usar el resto de las cartas para construir el techo.