Copoazú, un "superfruto" amazónico para liderar la bioeconomía y reforestar
En los 7 millones de kilómetros cuadrados que conforman la Amazonía nacen sus árboles que alcanzan alturas que oscilan entre los 5 y los 20 metros.
En los 7 millones de kilómetros cuadrados que conforman la Amazonía nacen sus árboles que alcanzan alturas que oscilan entre los 5 y los 20 metros.
El copoazú, también conocido como cacao blanco, es un árbol que se encuentra en la cuenca amazónica y que hoy las comunidades que lo cultivan quieren convertirlo en la insignia de la bioeconomía de Brasil, Colombia, Perú y Bolivia, y en una alternativa para reforestar el principal pulmón del mundo.
En los 7 millones de kilómetros cuadrados que conforman la Amazonía, repartidos entre Colombia, Brasil, Perú, Bolivia, Venezuela, Ecuador, Guyana, Surinam y Guayana Francesa, nacen sus árboles que alcanzan alturas que oscilan entre los 5 y los 20 metros.
Sus hojas se distinguen por su color verde brillante y sus frutos de cáscara café, que son del tamaño de un melón y poseen una pulpa blanca, rica en fósforo, pectina y vitamina c.
Este producto tiene el atractivo de poderse aprovechar de forma integral, ya que la pulpa se usa en jugos, dulces, mermeladas, helados, gaseosas y cerveza, entre otros, y de la almendra se pueden hacer productos similares al chocolate y extraer manteca para cosméticos.
"El copoazú tiene una distribución importante en toda la región amazónica continental y actualmente muestra un camino para que la gente que habita en esta parte de Suramérica pueda vivir de producirlo y venderlo", dijo a Efe la directora general del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi, Luz Marina Mantilla.
Para la experta, "es clave que la ciencia ayude al desarrollo sostenible de los países y contribuya a evitar la deforestación en aquellos que conforman la Amazonía al mostrar otras alternativas para que los pobladores tengan una economía rentable sin dañar el medioambiente".
La Amazonía boliviana registró la deforestación más alta en dos décadas en 2020 al perder 2,3 millones de hectáreas de bosque, de acuerdo con una medición del Ministerio del Ambiente.
Ahora, el objetivo es conquistar los paladares locales para luego dar el salto internacional a la par que se protege el medioambiente.
"Queremos insertar estos productos para tener acceso a un mercado seguro y un precio justo", manifestó Juan Carlos Santos, director de la Institución Pública Desconcentrada Soberanía Alimentaria.
De este modo, los productores de Brasil, Perú, Bolivia y Colombia coinciden en que el potencial del copoazú permite salvaguardar la biodiversidad, luchar contra la deforestación, fortalecer la identidad regional y obtener ganancias, con lo que quedaría más que demostrada la razón por la que se le conoce como el "superfruto" amazónico.