Bolivia enfrenta su peor crisis ambiental desde 2019: Incendios sin control
La intensidad y frecuencia de los incendios en Bolivia siguen en aumento, afectando comunidades, biodiversidad y dejando un rastro de devastación.
La intensidad y frecuencia de los incendios en Bolivia siguen en aumento, afectando comunidades, biodiversidad y dejando un rastro de devastación.
Los incendios forestales en Bolivia han devastado 2.046.520 hectáreas de vegetación en lo que va de 2024, con la mitad de los daños concentrados en el departamento de Santa Cruz, según el último reporte del Gobierno.
Las condiciones climáticas adversas, como los fuertes vientos y la sequía, han vuelto los incendios incontrolables, con 27 focos activos, todos en Santa Cruz. De estos, 15 son considerados de gran magnitud y afectan a municipios como San Ignacio de Velasco, Concepción, y San José de Chiquitos, entre otros, según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Agua y la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT).
Santa Cruz ha sido la región más afectada, con 1.139.859 hectáreas quemadas, representando el 56% del total nacional. Le siguen Beni con 863.622 hectáreas afectadas, y La Paz, con 25.812 hectáreas. La situación ha requerido un esfuerzo conjunto del Gobierno, la Gobernación, los municipios, y brigadas comunales.
Se han desplegado nuevas aeronaves, como un helicóptero del Ejército y una avioneta de la Fuerza Aérea, para combatir las llamas en San Ignacio de Velasco, uno de los municipios más afectados.
Este 18 de agosto, cuando se conmemora el Día Mundial de la Prevención de Incendios Forestales, la situación en Bolivia resalta la gravedad de un problema que ha persistido durante años.
En 2019, los incendios en la región de la Chiquitanía afectaron 5,3 millones de hectáreas, lo que generó un intenso debate sobre las políticas de uso de suelo y la capacidad del Gobierno para manejar emergencias de esta magnitud. El fuego no es un fenómeno nuevo en Bolivia, pero su intensidad y frecuencia han aumentado debido al cambio climático, la expansión agrícola y la deforestación.
En 2022, Bolivia registró 2,8 millones de hectáreas afectadas por incendios forestales, lo que subraya la necesidad urgente de medidas preventivas más efectivas. Un informe del Instituto de Recursos Mundiales reveló que la pérdida de bosques primarios en Bolivia aumentó un 27% en 2023, alcanzando su nivel más alto registrado por tercer año consecutivo. Estos datos reflejan la creciente amenaza que enfrentan los ecosistemas y la biodiversidad del país.